Fue realizado en 1968, coincidiendo con el cincuentenario de la reorganización de la Hermandad en San Pablo, por el escultor cordobés Luis Aguilera Bernier siguiendo formas neobarrocas; está ejecutado en madera de cedro, donde tanto en los respiraderos como en la canastilla se reitera la decoración de volutas y hojas. Sobre la mesa, la canastilla presenta cuatro ángeles en las esquinas que parecen sostenerla, pilastras que flanquean medallones de metal rectangulares donde se representan los cinco Misterios Dolorosos del Rosario y un juego de faroles de alpaca, cincelados por Díaz Roncero, que fueron añadidos en 1984-85; en el frontal aparece tallado el escudo de la Hermandad.
Se remata la canastilla con una crestería poco pronunciada y en las esquinas tiene cuatro candelabros arbóreos con siete tulipas de cristal en cada uno que completan el conjunto al que hay que añadir el faldón de terciopelo morado. El llamador de metal plateado, con el escudo de la Hermandad, fue realizado por Manuel de los Ríos en 1975.